Calidad, evaluación y rendición de cuentas

REFORMAS EDUCATIVAS

2011. El presente documento plantea las principales acciones de formación continua que se desarrollan en México para apoyar la implementación de la Reforma Integral de la Educación Básica en el nivel de educación primaria, ha sido un proceso extenso de ajustes curriculares orientados a mejorar el aprendizaje de los estudiantes.

En consonancia con las tendencias registradas a nivel mundial, el nuevo currículum de la educación básica en México se ha planteado bajo un enfoque de educación por competencias. Asimismo, la reforma curricular trata de impulsar prácticas de evaluación formativa que brinden al docente evidencias suficientes sobre el aprendizaje de sus alumnos, gracias al empleo de una gama amplia y variada de estrategias e instrumentos de evaluación, y le permitan aprovechar esa información para identificar sus logros al igual que sus dificultades, y ofrecer propuestas para mejorar su desempeño. Se pretende además que esta nueva forma de abordar la evaluación retroalimente el mismo trabajo docente y sirva como un medio de comunicación con otros actores, principalmente los padres de familia, sobre las expectativas formativas de la educación primaria; el trabajo docente también ha de ocuparse de generar ambientes propicios para el aprendizaje que incorporen de manera importante el trabajo colaborativo, la inclusión y la atención a la diversidad.

 Finalmente, cabe decir también que la RIEB incita a los maestros a hacer un uso creativo y permanente de los recursos de lectura, audiovisuales e informáticos que se ponen a su alcance, de modo que no se descanse exclusivamente en los libros de texto como los grandes prescriptores del trabajo en el aula.

2017; Propone contribuir a asegurar la calidad de los aprendizajes de los alumnos en la educación básica y la formación integral de todos los grupos de la población mediante el fortalecimiento de condiciones de infraestructura, equipamiento, materiales educativos o capacidades técnicas para el ejercicio de la autonomía de gestión, que permitan mejorar la prestación del servicio educativo.

La principal función del docente es contribuir con sus capacidades y experiencia en la construcción de ambientes que propicien el logro de los aprendizajes esperados por parte de los estudiantes, la investigación educativa ha demostrado que el rol del docente es fundamental para que los estudiantes aprendan y trasciendan, incluso, los obstáculos inherentes a su entorno. Un buen maestro parte del punto en el que encuentra a sus estudiantes, y los ayuda a llegar lo más lejos posible tanto en el dominio de los conocimientos, habilidades, actitudes y valores planteados en los planes y programas de estudio, como en el desarrollo de su potencial, por ello, el papel de la escuela se ha modificado para preparar adecuadamente a los niños, niñas y jóvenes. Este mundo cambiante requiere personas que puedan adaptarse a él, no con conocimientos adquiridos de una sola vez, sino con capacidades para aprender permanentemente nuevas habilidades.

Finalmente, este planteamiento contempla una concepción diversa de la educación y, por ende, una práctica educativa que representa un desafío importante para los maestros. En esta tarea, cada parte del sistema educativo tiene una responsabilidad y los docentes no enfrentan solos estos retos. La autoridad educativa debe proveer, tanto en lo individual como en lo colectivo, los apoyos necesarios para facilitar el quehacer de los educadores y contribuir a su desarrollo profesional.

La agenda de la reforma de la educación básica

En México se quiere contar con una educación que sirva para edificar una sociedad fundamentada en justicia, solidaridad y demás valores, sin violencia y donde los derechos humanos de cada uno sean respetados, para esto se tiene que saber y reconocer que el fracaso educativo en México no se debe solo a los maestros, ya que con frecuencia la responsabilidad total recae sobre ellos y esto es una total injusticia, todos hemos fallado en el papel que como sociedad nos corresponde al dirigir la actividad social más relevante. 

Hubo poca atención de las autoridades educativas al capacitar adecuadamente para lograr alcanzar un buen nivel de desempeño en ellos, ya que se fueron por el lado simple de formar docentes para cumplir con la acelerada demanda que se tenía de estos, sin preocuparse de la calidad con la que contaban.

Se crearon instituciones costosas con la única finalidad de responder a presiones sindicales, sin contar con alguna planeación, hasta la fecha dicha institución desempeña un papel ambiguo dentro del sistema educativo.

Desde 1971 se estableció un nuevo mecanismo para desarrollar y vigilar el desempeño profesional de los maestros, se creó la Dirección General de Actualización y Capacitación del Magisterio y es la encargada de controlar los centros de maestros, pero se puede decir que, en lo fundamental, estos mecanismos de actualización siguen fracasando y la preparación de los docentes igual, manteniéndose deficiente.

Por consiguiente se supone eliminar el poder que ha tenido hasta ahora el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que se basaba en las disposiciones y omisiones del Reglamento de Condiciones Generales de Trabajo de 1946, estipula que son trabajadores de base los profesores, los directores, los supervisores y los directores de educación; quiere decir que pertenecían al sindicato como “trabajadores de base” tanto los profesores como los trabajadores administrativos, por lo que ha sido fuente de enorme confusión: cuando se presentaba un problema en una escuela. Es decir, los directores y supervisores forman –o deben formar– parte de la autoridad educativa y no del sindicato.

Los maestros y escuelas suponen un grado de autonomía en el trabajo docente, se refiere a una autonomía pedagógica, no solo administrativa, por lo cual implica que los planes y programas de estudio deben diseñarse de tal forma que permitan la acción constructiva, libre y creativa de maestros y alumnos. Sin embargo, los planes y programas del Acuerdo 592 representan una modalidad curricular centralista, enciclopédica y autoritaria que no deja espacio para la intervención autónoma del profesor y de las escuelas, por lo que el uso de términos como competencias y estándares es un recurso demagógico de ese acuerdo, el cual se pretende imponer un modelo curricular conservador e impracticable. La educación básica de México no podrá avanzar mientras no se modifique este ordenamiento curricular.

Respecto a la evaluación es una cuestión de valores y debe ponerse al servicio de los alumnos, asi como refundir en beneficio del aprendizaje de estudiantes y maestros.

No se trata sólo de dar a la escuela recursos financieros para que los maneje de forma independiente; la autonomía debe ser pedagógica y administrativa. Se comete en el error de pensar que, dado que los planes y programas de estudio son generados por el gobierno federal en las escuelas y las aulas, no se tiene que tomar ninguna decisión de carácter pedagógico. Se ignora, así, lo que es la pedagogía y la didáctica, lo que es la educación de los niños y adolescentes. Para enseñar algo, el maestro ha de apropiarse de ese algo, hacerlo suyo y crear contextos específicos de aprendizaje de acuerdo con el tipo de conocimientos y las características de los alumnos, la educación es una permanente experimentación, una continua solución de problemas.

Se plantea que 40,000 escuelas se conviertan en escuelas de tiempo. Con el tiempo, las escuelas de tiempo completo se pueden convertir en escuelas “de primera” y probablemente van a concentrar la demanda, por lo tanto, se desea diseñar una estrategia para convertir a todas las escuelas en escuelas de tiempo completo.

En la participación social los ciudadanos deben tener algún control o forma de influir sobre la manera como se educa a la nueva generación de ciudadanos, para defender la participación de la sociedad en la educación. Existe un argumento pedagógico que afirma la pertinencia de vincular la educación con la comunidad. La relación escuela-comunidad fue clave en el movimiento renovador de la Nueva Escuela. La educación debe articularse a la vida social en sus múltiples facetas, no sólo la económica, como predican algunos. La Ley General de Educación, dichos consejos fueron despojados de todo poder por influencia de los líderes del SNTE, que vieron en ellos una amenaza al control político que ejercen sobre las escuelas.

En conclusión, se sabe que el papel del docente juega un papel muy importante en el desarrollo de los niños ya que forma parte de su formación integral, por ello, la reforma propone brindar material educativo tecnológico, mejores condiciones que favorezcan y faciliten el aprendizaje así como maestros mejor preparados, por lo que se puede decir que hoy tenemos la oportunidad de darles a los consejos de participación social una función real, de apoyo pedagógico, y de seguimiento y evaluación del desempeño de las escuelas.